
Santa Cecília era una mujer de familia de bien en Roma, pero ella no presumía de que su familia era rica. Cecília se juntaba con personas cristianas y ella formaba parte de la vida de Jesucristo. Ella estaba prometida con Valerio, pero no quiso casarse debido a que estaba casada con Jesucristo. Cecília logró convencer a Valerio de que se convirtiera en cristiano.
Un día, a Santa Cecília la pillaron rezando, y la llevaron ante el juez romano, que dijo que íba a morir mártir por no respetar lo que sus padres le habían dicho, y por no haber cumplido la ley.
Siglos más tarde, la nombraron patrona de los músicos porque mientras ella moría, estaba tocando el arpa o cantando, en vez de quejarse por sufrimiento.
Y así celebramos los músicos lo importante que fué Santa Cecília para nosotros.
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