domingo, 25 de febrero de 2018

POESÍA




Poesía


Dos pasitos adelante,
y ese pasito detrás,
que parece que no llega,
que parece que te vás,
¡a mí me sacan de quicio,
Virgen de la Trinidad!

Sus escondidos luceros
y ese pasito que quiero,
van llenando de romero,
de bucles y tirabuzones
los mares de su cabello.

Entre pasitos adelante
y pasito hacia detrás,
ellas quiebran sus cinturas,
para hacerme suplicar:
¡tráela ya, cariño mío, 
tráemela ya la Trinidad!

Son como magnolias de oriente,
hierbabuenas de Sevilla
a nardos de Jerusalén,
¡son mujeres del rescate
olivitas de Jaén!

Entre pasos adelante,
y su paso hacia detrás ,
ellas lo soportan todo,
y abrazadas sin reproche,
son costaleras de día,
de mi casa, de mis hijos,
de mis sueños, y mis noches;
son costaleras de vida, 
de fértil maternidad,
que hasta paren a sus hijos
invocándote, ¡Virgen de la Trinidad!

Por tener ese pasito,
muy cortito hacia delante,
y más largo hacia detrás,
y por guiñar tu cintura
a la Virgen de la Trinidad:

¡Cada año me enamoro
costalera, vida mía,
de mi Virgen de la Trinidad!


Esta poesía está en Sentir Cofrade número 23.
El Rescate 2018

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