Había una vez una niña llamada Carlota. Carlota tenía 8 años, era bajita, presumida y había una cosa que le encantaba, viajar.
Un día normalmente corriente, Carlota se levantó a las 7 menos 10 para desayunar y hacer los deberes, y os estaréis preguntando ¿A hacer los deberes?
Sí, a hacer los deberes porque ella prefería disfrutar del día y luego hacer los deberes temprano. Eso tenía muchas cosas positivas como por ejemplo, estar preparada para el cole.
Después de llegar del cole, los padres de Carlota le dieron una sorpresa. Se iban a ir de viaje a NEW YORK.
Cuando aterrizaron, Carlota alucinó y se lo pasó muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.