Cuando nuestro Sistema Solar se estaba formando a partir de una nebulosa, la fuerza de gravedad actuó sobre los gases y el polvo que la formaban. La fuerza de gravedad logró comprimir dichos gases formando pequeños trozos de rocas. Estos pedazos de rocas fueron a su vez atraídos unos contra otros, provocando grandes bloques y la posterior fusión de ellos, hasta que se formó una gran masa de material comprimido y caliente. Al estar esa masa prácticamente derretida adoptó una forma esférica, ya que la fuerza de gravedad atraía esos materiales derretidos hacia el centro del planeta.
Los planetas no son perfectamente esféricos porque ellos también giran. En este caso, la rotación actúa contra la gravedad y provoca que muchos planetas se abulten más alrededor de sus ecuadores.
Espero que os haya gustado y os haya parecido interesante.
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