PERSÉFONE Y LAS SEMILLAS DE LA GRANADA

Hace mucho tiempo la diosa Deméter se ocupaba de un campo que cuidaba muy bien y mientras trabajaba, su hija Perséfone solía jugar en los bosques de Sicilia recogiendo violetas.

Pero el dios Hades era muy gafe y no vivía en el monte Olimpo. Él gobernaba el reino de los muertos.

Aunque ni el frío ni la oscuridad, lo peor era la soledad.

Hades intentó buscar esposa. Nadie quería vivir con él porque él vivía en el subsuelo todo oscuro y frío.

Hades se asomaba a ver a las personas y vio a Perséfone y fue a Detémer a pedirle la mano a su hija, pero sabía que lo iba a rechazar. Así, le cogió del cabello a Perséfone y la mandó con un carro.

Se abrió una grieta en el suelo e hizo que Hades fuera a toda velocidad.

Llegaron al río Estigia y gritó con todas sus fuerzas: -¡Río, ayúdame, soy Perséfone!- y enredó las piernas del dios Hades. Perséfone arrojó las violetas y dijo al río: -Llévaselo a mi madre y cuéntale lo que pasó.-

Deméter, desesperada, se sentó al lado del río y vio un cinturón de flores.-Perséfone está con el rey Hades, la ha raptado.- susurró el río.-

De un brinco, Deméter llegó a las puertas del Olimpo y empezó a gritar: -¡Dios Zeus, Dios Zeus! ¡Hades ha raptado a mi hija! ¡Haz que la devuelva!- Deméter dijo: -Si Perséfone ha probado la comida del reino de los muertos, no podrá regresar. Esa es la regla.

Mientras tanto, en el reino de los muertos, Perséfone decía:-Esto es triste y oscuro, pero a Hades le parecía alegre y luminoso junto a ella. Sólo prueba la mitad de la granada e hizo que le cayeran 12 semillas. Tenía demasiada hambre, así que se comió las semillas.

-¡Detente!- dijo Hermes, el mensajero de los dioses -¡Deja en libertad a Perséfone!- Perséfone, como había catado sus semillas, tenía que quedarse ahí para siempre. Hades se sintió muy solo y dijo: -Me siento muy solo... Te encontré y te llevé aquí por eso. -Dejemos que Zeus decida.-

Zeus dijo: -Como se ha comido 6 semillas de las 12, se pasará 6 meses en el reino de los muertos y 6 meses con su madre y que nadie discuta la opción de Zeus.-

Se sintió bien y cuando pasaron los 6 meses, Perséfone aprendió a amarlo.